viernes, 16 de mayo de 2008

Una loca me trincó el pescuezo

Hoy hace una semana que vine a este mundo. No es mucho tiempo si pensamos que hay gente que pasa de los 90 años, sin embargo, para mi, es toda una vida.
Y ha sido una vida difícil, ha sido una vida que ha tenido momentos muy felices, en realidad, ha tenido casi de todo.

Nací en el Hospital de la Salud en Valencia, Una loca me trincó el pescuezo y me obligo a salir del baño de 9 meses en el que yo me encontraba.

No la recrimino por ello, la mujer hacía lo que buenamente podía para que yo saliera lo mejor posible, pero...., no o consiguió, y parte de la culpa la tuvo mi mamá, pero..., yo no quiero señalar a nadie.

La primera noche en el hospital, me metieron en una urna de cristal, y yo solo veía caras que me miraban, "tan guapo soy?" me preguntaba. La gente que me miraba por el cristal lo golpeaba y esperaba a ver mi reacción, yo no hacia nada, solo les miraba, pero eso parecía satisfacerles, porque emitían sonidos de placer. Cuando esto les empezaba a aburrir, por unos agujeros que tenia la urna me achuchaban, yo seguía sin hacer nada, pero la gente de fuera de la urna seguían complacidos. La verdad es que ahí empecé a apreciar la vida en el exterior. Tenía sirvientes que me limpiaban el culete, y cuando lo hacían, un apéndice que tengo entre mis dos piernas, servía para echarles agua a la cara a los sirvientes. Eso me divertía mucho..

Al día siguiente me llevaron con mis padres a la habitación, los pobres no tenían ni idea de que hacer, así que yo, que soy de natural juerguista, me dedicaba a llorar para ver como reaccionaban. Cuando lloraba me daban comida, me hacían masajes, llamaban a un teléfono y venían mas sirvientes que me daban mas comida. Aprendí la lección mas importante en esta vida "El que no llora..., no mama"

Al cabo de unos días así me llevaron a una casa donde tenia una habitación para mi pintada con unos colores muy chillones.

En fin, tras una semana de estar en este mundo me he dedicado a llorar, a comer y adormir, es que..., no me apetece hacer nada mas. Cada vez lloro menos, porque les empiezo a coger cariño a mis padres y me sabe mal ver que se van desmayando por la casa, he decidido bajar la presión, y ellos están mas contentos.

Ya os seguiré contando, pero..., de momento, domino la situación.

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