viernes, 23 de mayo de 2008

He decidido ser noctámbulo

Acabo de terminar mi segunda semana en este mundo, y ya empiezo a estar aburrido. Dada una falta de coordinación en mis miembros, lo único que consigo hacer al querer tocarme la nariz, es pegarme un puñetazo en el ojo, y eso es harto incómodo.
Entre eso, y que duermo todo el día, al final tengo unas jaquecas terribles. Lo único que se me ha ocurrido para pasar las horas muertas, es hacer la vida imposible a mis padres, y.., como por el día solo esta mi madre en casa, he decidido que sea la noche mi momento de diversión.
Os cuento, sobre las 20:00 mis padres me bañan, es mi señal para que empiece el show, en primer lugar no dejo que me bañen, a mi me gusta el agua, pero si lloro mientras me limpian, me he dado cuenta que mis padres empiezan a ponerse nerviosos. Después del baño, como estoy tan relajado, me es muy fácil hacerme caca en la toalla. La primera vez que lo hice, mis padres se rieron, pero ahora, ya no les hace tanta gracia.
Una vez vestido, vuelvo a hacerme caca otra vez, es fácil, solo hace falta un poquito de concentración, y luego observo como ellos tienen que ir corriendo a por mas toallitas frescas para limpiarme el culete, y otro pañal, y, justo cuando me están cambiando el segundo pañal, me hago pipí, normalmente enfoco a la persona que esta delante de mi, que suele ser mi padre.
Comienza su desespero, y mi alborozo,y ya vamos por el tercer pañal en media hora.
Entonces, llegado ese momento me hago el dormido, y mis padres me llevan a la cuna sigilosamente. Nada mas dejarme en las sabanas, que están bastante frías, me pongo a llorar.
Mis padres comienzan entonces a intentar averiguar que me pasa, primero me hacen masaje en la tripa, y sigo llorando, después me cogen en brazos, y sigo llorando, y entonces me dan teta, que me encanta, no tengo mas remedio que callar. Vuelvo a hacerme el dormido.
Me vuelven a llevar a la cuna con cuidado, y..., vuelta a empezar.

Esto dura hasta que tengo sueño, y, como me paso todo el día durmiendo, viene a ser sobre las 5 de la madrugada.
Sobre esa hora dejo que me dejen en la cuna, y ya duermo, pero no antes de observar con deleite como mi padre esta al borde de una crisis nerviosa y mi madre no sabe si esconder el pecho o sacar, o dejárselo siempre fuera, por si acaso vuelvo a llorar.

Quería saludar desde aquí a un amigo que también escribe sus andanzas en otro blog, y agradecer sus consejos, es un tío mayor, así que tiene mas experiencia que yo. Su blog es babyboxvlc.blogspot.com. y me gusta leerlo, porque si, se leer, los niños ya sabemos leer y escribir, sino, ¿a que santo estaría escribiendo yo todo esto?.

Bueno, a lo que vamos, Victor, que es babybox, eres un tío simpático, y desde aquí te recomiendo también estas diversiones, aunque tu ya habrás pasado por ahí.

Hasta la semana que viene, que como siempre, seguiré dominando la situación.

viernes, 16 de mayo de 2008

Una loca me trincó el pescuezo

Hoy hace una semana que vine a este mundo. No es mucho tiempo si pensamos que hay gente que pasa de los 90 años, sin embargo, para mi, es toda una vida.
Y ha sido una vida difícil, ha sido una vida que ha tenido momentos muy felices, en realidad, ha tenido casi de todo.

Nací en el Hospital de la Salud en Valencia, Una loca me trincó el pescuezo y me obligo a salir del baño de 9 meses en el que yo me encontraba.

No la recrimino por ello, la mujer hacía lo que buenamente podía para que yo saliera lo mejor posible, pero...., no o consiguió, y parte de la culpa la tuvo mi mamá, pero..., yo no quiero señalar a nadie.

La primera noche en el hospital, me metieron en una urna de cristal, y yo solo veía caras que me miraban, "tan guapo soy?" me preguntaba. La gente que me miraba por el cristal lo golpeaba y esperaba a ver mi reacción, yo no hacia nada, solo les miraba, pero eso parecía satisfacerles, porque emitían sonidos de placer. Cuando esto les empezaba a aburrir, por unos agujeros que tenia la urna me achuchaban, yo seguía sin hacer nada, pero la gente de fuera de la urna seguían complacidos. La verdad es que ahí empecé a apreciar la vida en el exterior. Tenía sirvientes que me limpiaban el culete, y cuando lo hacían, un apéndice que tengo entre mis dos piernas, servía para echarles agua a la cara a los sirvientes. Eso me divertía mucho..

Al día siguiente me llevaron con mis padres a la habitación, los pobres no tenían ni idea de que hacer, así que yo, que soy de natural juerguista, me dedicaba a llorar para ver como reaccionaban. Cuando lloraba me daban comida, me hacían masajes, llamaban a un teléfono y venían mas sirvientes que me daban mas comida. Aprendí la lección mas importante en esta vida "El que no llora..., no mama"

Al cabo de unos días así me llevaron a una casa donde tenia una habitación para mi pintada con unos colores muy chillones.

En fin, tras una semana de estar en este mundo me he dedicado a llorar, a comer y adormir, es que..., no me apetece hacer nada mas. Cada vez lloro menos, porque les empiezo a coger cariño a mis padres y me sabe mal ver que se van desmayando por la casa, he decidido bajar la presión, y ellos están mas contentos.

Ya os seguiré contando, pero..., de momento, domino la situación.